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Estudios

Dr. Jordi Martorell. CEO y cofundador de Aortyx. Profesor de IQS School of Engineering y coordinador del grupo GEVAB

6 noviembre 2020

“Me gustaría que la sociedad comprendiera que la Ciencia no es solo curiosidad científica y que, a través de la tecnología, permite mejorar su propio bienestar”

Premio AORTYX

Momento de la entrega del premio ‘Àlex Casta’ al Dr. Jordi Martorell

 

Háblanos de vuestra empresa Aortyx y del equipo que la integra.

Aortyx  es una startup especialista en la creación de dispositivos endovasculares para tratar enfermedades aórticas. La fundamos en octubre del 2018, con los investigadores de IQS Dr. Salvador Borrós y Noemí Balà, y el Dr. Vicenç Rimbau, Jefe de Cirugía Vascular del Hospital Clínic de Barcelona. Este es el equipo fundador, pero ya somos un total de 11 miembros dedicados al proyecto. De hecho, ya han pasado 3 estudiantes de prácticas de IQS y 3 de nuestros miembros están haciendo el Doctorado. Combinamos talento de personas con estudios de química, ingeniería química, biomédica o industrial, biología, veterinaria…

Tenemos 5 doctores/as y 4 futuros doctores/as. ¡Para que luego digan que un doctorado no garantiza empleo! Creemos firmemente en la formación universitaria y en la multidisciplinaridad por encima de todo; ahora, solo nos falta incorporar personas del área de negocio y finanzas cuando crezcamos un poquito más.

Actualmente, nos encontramos en fases preclínicas de nuestro primer dispositivo y poniendo a punto la estrategia regulatoria. También  hemos empezado el proceso de industrialización del dispositivo y estamos poniendo en marcha el sistema de calidad bajo la norma ISO 13485.

¿Cómo surge la idea de centraros en la disección aortica?

La idea nació en 2015 cuando colaborábamos con el Dr. Arturo Evangelista, líder mundial en ecocardiografía de aorta, para utilizar la dinámica de fluidos para determinar qué pacientes con aneurisma y disección aórtica precisaban cirugía y cuáles no. La conclusión fue que era necesario desarrollar nuevas soluciones, ya que las soluciones actuales fallan bien por tratarse de cirugías demasiado invasivas, bien por no adaptarse bien por fatiga de los materiales.

Las primeras versiones del material del parche aórtico se llevaron a cabo en el Grupo de investigación de Ingeniería Vascular y Biomedicina Aplicada (GEVAB) de IQS y éstas despertaron el interés del Dr. Rimbau. Tras lograr una ayuda CaixaImpulse de La Caixa en 2017 y lograr unos primeros éxitos en el laboratorio, decidimos fundar Aortyx, con la voluntad de transferir nuestra invención al mercado.

Aortyx… que ha recibido el premio ‘Àlex Casta’ a la startup con el mejor ‘pitch’ de la Bioregión de Catalunya. ¿Cómo valoráis este reconocimiento que habéis recibido y que supone para vosotros?

Àlex era un actor muy importante del ecosistema emprendedor catalán que murió, muy joven, por culpa de una enfermedad aórtica. Él nos mostró su apoyo en estadios muy iniciales desde CaixaImpulse y es nuestro deber trabajar muy duro para que aquellos que sufren enfermedades aórticas tengan mejores opciones en un futuro cercano. Es un honor recibir el premio que lleva su nombre y nos sentimos muy orgullosos de poder ayudar a concienciar a la población de los riesgos de las enfermedades aórticas y de la importancia de una vida saludable.

Y más recientemente, Aortyx ha quedado también finalista en la EIT Health Catapulte 2020. ¿Que representa haber conseguido este nuevo hito?

EIT Health Catapult es la competición más importante de Europa para startups dedicadas a la Salud. Somos uno de los 7 finalistas MedTech, después de una pre-selección de más de 50 empresas y unas semifinales con 14 participantes de muy alto nivel. Aunque el premio económico es muy goloso, lo más relevante es la exposición a inversores y al ecosistema europeo de inversores, que tiene que empezar a conocernos.
Hay que destacar que EIT – European Institute of Innovation & Techonology nos ha apoyado desde 2017, dentro del programa CaixaImpulse, y más recientemente con Headstart. EIT Health es relativamente poco conocida en Cataluña y debemos dar más visibilidad a todo lo que hacen por el emprendimiento en Europa.

Hablemos de vuestro dispositivo. ¿Cómo funciona y qué soluciones concretas aporta?

La disección aórtica es una afección potencialmente mortal en la que se produce un desgarro a lo largo de la aorta. El parche de Aortyx es una solución específica, única, que reducirá significativamente tanto la mortalidad como la morbilidad asociadas.

Nuestra aproximación es un cambio total de paradigma en estos tratamientos, pasando de la reparación temporal a la regeneración definitiva, reduciendo la incertidumbre durante la cirugía, los costes asociados y mejorando la calidad de vida de los pacientes al tratarse de una intervención mínimamente invasiva.

Nuestra solución consiste en introducir, a través de una incisión inguinal, un catéter orientable que navega por la aorta hasta la disección. El catéter contiene un desplegador plegado que contiene nuestro parche. Al llegar al desgarro, el catéter se orienta, se abre el desplegador y el parche se expone a la sangre. El adhesivo que posee se activa en pocos segundos y el desplegador aplica una presión homogénea sobre el parche adhiriéndolo a la pared vascular. Después del tiempo de adhesión, el desplegador se vuelve a plegar en el catéter y se retira del cuerpo.

Desde el primer momento, el parche bloquea la herida y promueve la regeneración del tejido.

¿Dónde se encuentra actualmente vuestro proyecto? ¿Qué retos de futuro afronta Aortyx?

Actualmente, estamos realizando todos los ensayos, de laboratorio y en animales, que demuestren que el dispositivo es seguro, viable y eficaz, para completar la preclínica regulatoria. Hemos demostrado in vitro que el parche permite una fuerte adhesión y migración de células endoteliales y de células del músculo liso, utilizando moléculas de la matriz extracelular adheridas covalentemente, y que sus propiedades mecánicas son cercanas a las de las arterias sanas. Hemos demostrado in vivo, en cerdos y pronto en ovejas, que el parche resiste el flujo aórtico. Quedan aún matices que pulir y sobre todo los experimentos a largo plazo en animales.

También destacaría que los prototipos del parche y del catéter se están fabricando en las mismas instalaciones y en los mismos equipos donde se fabricarán un vez el producto esté validado. Con lo cual, la transición de prototipo a producto será más sencilla.

Si todo va bien, a finales de 2021 se iniciarán las fases clínicas. Los ensayos clínicos se desarrollarán en múltiples fases y países y, tras el análisis de los datos, esperamos aprobación regulatoria en 2025, que se irá expandiendo progresivamente a distintos países.

¿Qué representa ser una spin-off de IQS?

En la misión de IQS se lee, literalmente: “educar para un trabajo que sea productivo para la sociedad, de suerte que, o bien genere bienes y servicios que tienen un valor social”, “contemplado como un deber de retornar a la sociedad lo mucho que de ella ha recibido.” El equipo de Aortyx no puede estar más alineado con esta misión, al estar enfocados a generar bienes con valor social, para retornar lo que recibimos de la sociedad.

Nuestro equipo está formado mayoritariamente por personas íntegra o parcialmente formadas en IQS. Tenemos visibilidad y eso nos permite capturar talento con mayor facilidad. Aparte, nuestra integración total en el Centro Universitario nos permite disponer de recursos técnicos de elevadísimo valor donde poder realizar ensayos y optimizar nuestros diseños. Solo podemos agradecer a IQS las facilidades y el apoyo recibidos hasta ahora.

Desde vuestra experiencia, ¿qué recomendaciones daríais a otros emprendedores del área de la biomedicina/salud?

El sector Salud contribuye al bienestar social ya que todo el trabajo y esfuerzo tiene un impacto directo sobre la comunidad. Al emprender en salud, sientes que estás aportando a la sociedad más que en otros sectores. Sin embargo, las lógicas exigencias de calidad de las agencias regulatorias complican la vida del emprendedor en el ámbito de las ciencias biomédicas, ya que, por ejemplo, solo uno de cada cien fármacos que alcanzan ensayos en humanos acaba siendo aprobado y llega al mercado. Esto complica la búsqueda de inversores, al menos en Europa, donde la aversión al riesgo es mucho mayor que en Estados Unidos. Pero debemos agradecer la valentía de aquellos fondos de inversión en España que se atreven a apostar por la Salud y hacer todo lo posible para que sus inversiones sean exitosas y así arrastren a más inversores que hagan crecer el sistema.

Añadiría que el desafío más habitual para el emprendedor es lograr dinero para financiar el proyecto y eso tiene que ver con generar confianza en personas ajenas al mismo. Sin embargo, los desafíos más grandes vienen de la gestión de las personas. Tu equipo tiene que funcionar como un reloj si quieres que el proyecto avance. Y, sobre todo, celebrar cada pequeño logro que se consiga.

Finalmente, desde tu perspectiva de investigador, ¿qué mensaje te gustaría transmitir en estos momentos tan críticos para todos?

Que no sirve de nada salir a aplaudir a nuestros/as médicos si luego no nos ponemos la mascarilla correctamente. Que no puede ser que los personajes de los ‘realities’ ganen más dinero que el personal sanitario de este país. Que no puede ser que no se valore el esfuerzo en la Universidad, y que se haga apología de la mediocridad en las escuelas.

Vamos a salvar vidas y la economía gracias a los que se dejan la piel investigando y trabajando, no a base de tweets y quejas a los gobiernos. Hemos de recuperar la cultura del esfuerzo real, la lucha por mejorar día a día como individuos y como sociedad.

A las autoridades, decirles que la alfabetización científica es básica para el progreso de cualquier país. Y que cada vez que un startup del sector salud fracasa, se pierden oportunidades y vidas.

Me gustaría que la sociedad comprendiera que la Ciencia no es sólo curiosidad de los científicos y que interiorizara que la ciencia, a través de la tecnología, permite mejorar su propio bienestar.