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Estudios

Dr. Josep A. Rom, vicerrector de Investigación e Innovación de la URL

11 mayo 2022

“Desde la Oficina de Investigación e Innovación de la Universidad, que podríamos definir como un ‘hub’ de contactos, podemos actuar como espacio de tránsito para la conexión de los diferentes grupos de investigación de nuestros centros”

Hablemos de su trayectoria en la URL, como profesor y como investigador

Creo que mi ‘historia’ es muy representativa de lo que ha sido la evolución de la investigación en esta universidad, desde hace 30 años. Me incorporé a Blanquerna en el 1994 y fui cofundador de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales (FCRI) Blanquerna-URL. Desde este rol clásico de profesor, con el foco en el objetivo docente, vino un proceso de transformación cultural – común a todos los centros de la URL – donde los miembros del profesorado nos educamos en ‘cultura de investigación’, coincidiendo con el inicio de los primeros programas de doctorado. Después de esta primera fase, el núcleo de profesores convertidos en doctores e investigadores fuimos los tractores de los primeros grupos de investigación. Fui el fundador del Grupo de Investigación en Estrategia y Creatividad en Publicidad y Relaciones Públicas (GRECPRP), uno de los grupos más antiguos de la Facultad de Comunicación.

La siguiente fase de evolución de los docentes-investigadores, una vez convertidos en tractores de los grupos de investigación, era conseguir que estos tuviesen una productividad regular a nivel de publicaciones, proyectos y contratos. En los últimos diez años, hemos visto una mejora espectacular, que nos permite afirmar que, como Universidad, ya hemos entrado en una cultura de investigación estratégica, con un salto cualitativo y políticas que nos permiten mantener el ritmo y la evolución.

En el campo más personal, el hecho de haber sido nombrado vicerrector de la URL es para mí un gran privilegio, es una tarea de servicio a la universidad muy enriquecedora.

¿Y cuáles serían los pasos para seguir avanzando aún más?

La siguiente fase tendrá que ser la de consolidación en la próxima década. Una de las características de nuestra universidad es el papel muy importante de los vicerrectores como agentes culturales de nuestras áreas, para coordinar y empujar sin crear políticas concretas, cosa que hace cada uno de los centros.

Nosotros tenemos que acompañar a los diferentes centros para que diseñen y den a conocer sus políticas de investigación, también al resto de la URL. Poderlas compartir ayudara a potenciarlas. Esto nos ayudara a hacer el gran salto cualitativo y, de cara al futuro, ser capaces de compartir muchas actividades de forma interdisciplinaria. En la práctica, necesitamos tener unos niveles de comunicación y fluidez entre los grupos de investigación de los distintos centros, que permitan el nacimiento de ideas nuevas que sean semillas para promover proyectos de investigación muy sofisticados y complejos, basados en la complementariedad de los grupos.

Es un gran reto que implica un nuevo cambio cultural, no sé si lo conseguiremos… pero pasaríamos a otro nivel en relación a la investigación.

«Necesitamos tener unos niveles de comunicación y fluidez entre los grupos de investigación de los distintos centros,

que permitan el nacimiento de ideas nuevas que sean semillas para promover

proyectos de investigación muy sofisticados y complejos»

¿Es el mayor reto con el que afronta el cargo de vicerrector?

Tengo dos grandes retos: éste cultural, y el otro de relación con las administraciones. Llevamos un año y medio muy duro, nunca había habido una concentración de leyes y decretos tan intensa como en este último año y medio, a nivel catalán y estatal. Aún estamos intentando mejorar aspectos de las nuevas Leyes de Ciencia, donde estamos trabajando duro para hacer propuestas que reconozcan el papel de nuestras instituciones.

Pero el primer reto es cultural y más complicado. Por definición, la cultura es consecuencia de la forma de vivir de una comunidad. En la URL, creo que hemos creado entre las diferentes comunidades una cultura de investigación – que inicialmente solo existía en IQS como centro, – y el objetivo es ahora que todas ellas puedan compartir iniciativas para fomentar esta nueva cultura. Este cambio se medirá, por ejemplo, en la forma de compartir proyectos y teniendo ‘cosas’ en común, conseguir retos interdisciplinares, con canales más flexibles para poder compartir iniciativas… Esto es más complicado que hacer enmiendas a una ley.

«Hemos creado una cultura de investigación entre las diferentes comunidades de la URL,

ahora hay que compartir iniciativas y fomentarla»

¿Afronta este reto cultural con optimismo?

¡Lo afronto con mucho optimismo! Mi especialidad es la comunicación, lo cual hace que todo aspecto relacionado con la mejora de las relaciones a través de la transparencia y del conocimiento, ¡me resulte muy natural! En este sentido, soy optimista, porque todo lo que hagamos para mantener canales abiertos, compartir ideas y experiencias, nos ayudará a conseguir el gran cambio.

Las universidades siempre estamos cambiando y en niveles diferenciados. Visto en perspectiva global, nuestra transformación es enorme. Puedo afirmar que en estos treinta años, ¡en temas de investigación hemos hecho una trasformación global de la universidad impresionante! Además, el ser humano tiene una gran ambición por encontrar, descubrir y transformar. La exploración es intrínseca a la naturaleza humana. Esta fascinación por la exploración nos lleva a encontrar y descubrir, hacer conexiones y enfrentarnos a retos en los que la investigación es una actitud transformativa que alimenta mucho a las organizaciones y al propio individuo, siendo un aspecto muy enriquecedor de la actividad profesional. Y todo esto lo tenemos como Universidad y no hará crecer, y mucho.

¿Ve equilibrada la investigación que se lleva a cabo en la URL, entre las ciencias científicas y técnicas y las sociales?

¡Muy buena pregunta! Todo esto responde al modelo formativo existente. Somos una universidad bastante generalista, aun siendo privada, que debido a su federación ‘toca muchos palos’. Pero también es cierto que hay una incidencia superior de ciencias sociales, lo cual queda reflejado en el número de proyectos y publicaciones, por pura estadística.

En cambio, en el campo de la transferencia hay mucha más actividad de contratos ligada a las carreras científicas. Aunque en ciencias sociales también encontramos transferencia, en estos ámbitos se encuentra en el límite de la consultoría, estudios de componentes más sociológicos asociados a contratos con las administraciones, etc.

Podemos añadir aquí otro gran reto de futuro, que sería cómo encontrar fórmulas para conseguir modelos de empresas desde actividades vinculadas a transferencia social, de la misma forma que se consigue en el campo de la investigación más tecnológica. Requiere mucho esfuerzo para llegar, ¡pero sería genial!

«Sería genial poder encontrar fórmulas para conseguir modelos de empresas

desde actividades vinculadas a transferencia social»

Y aun podríamos añadir otra vía de futuro, asociada a conseguir proyectos coordinados entre distintos ámbitos, como ejemplos la aplicación de herramientas tecnológicas en el sector turístico (Clúster TIC+Turisme), o el proyecto de La Salle con la Fundación Vidal i Barraquer para desarrollar herramientas para acciones de salud mental.

Todo esto estaría en la línea que mencionaba antes, de acercar posiciones y compartir, aunque las áreas de conocimientos estén distanciadas. Desde la Oficina de Investigación e Innovación de la Universidad, que podríamos definir como un nodo, una estación de tránsito o un hub de contactos, no podemos ayudar a desarrollar los proyectos, pero sí podemos actuar como espacio de tránsito para la conexión de distintos grupos de nuestros centros. De nuevo, aquí tenemos otro reto de futuro.

¿Cómo ve que los profesores universitarios lleven tantos ‘sombreros’ en su día a día? ¿Es complicada la conciliación?

Sinceramente, no tengo solución mágica para esto. Pero tenemos situaciones  peligrosas y que deberíamos esforzarnos por mejorar. Los profesores no deberíamos convertir nuestras actividades en ‘cajas separadas’ – con las tres misiones de la universidad: docencia, investigación y transferencia – debemos evitar la interpretación de etiquetas en cajones separados. La conexión nos aporta fluidez: si encontrásemos la forma de fluir los roles desde el aula (con los estudiantes como interlocutores de ideas) y de compartir la investigación y el conocimiento con los estudiantes, conseguiríamos que todo estuviera mucho más integrado (de la misma manera que ya lo están investigación y transferencia).

El modelo integral total sería aquel en el que un PDI pudiese sentir que las tres misiones fluyen, ayudando a pasar de un estado a otro, sin sentirlos como contradictorios. Sería un gran concepto identitario que ayudaría a solucionar ‘la esquizofrenia’ que ahora se padece, viviendo sin tantas angustias.

Y no tenemos que olvidar la sub-misión de nuestra universidad: la responsabilidad del debate sobre la ciencia, como investigadores y desde las características propias de nuestras instituciones.

La Generalitat ha creado la nueva Dirección General de Transferencia del Conocimiento. ¿Cómo ve esta iniciativa, desde la perspectiva de innovación, transferencia de tecnología y emprendimiento?

Es realmente nueva, esta Dirección General está en proceso de aprendizaje, apenas descubriendo el mapa de transferencia en Cataluña. Es un gran acierto, la administración, al final, actúa como motor de la actividad social. Se trata de un reconocimiento al trabajo de todos los que nos dedicamos a ello. El gran reto que tienen es concretar qué tipo de actividades pondrán en marcha para facilitarla. Han empezado por una fórmula de cofinanciación de start-ups, y ya veremos hacia donde iremos. Tienen mucho interés por otros temas como la cultura de la transferencia, o la educación y creatividad para potenciar la innovación ya desde las escuelas.

Y en la misma línea, ¿Cómo ve el posicionamiento del actual Govern respecto a la financiación de investigación universitaria? ¿Y en lo referente a las universidades privadas?

La financiación va siempre ligada a mejoras presupuestarias. Si, tal y como parecía hasta ahora, hay una mejora de presupuestos, también habrá mejoras de financiación de la investigación. Pero veremos si la guerra que estamos padeciendo nos lo permite.

Siempre debemos tener en cuenta dos cosas: en el entorno del sistema universitario catalán, nosotros (la URL) somos vistos como un actor más, pero en determinados temas somos ‘el invitado de la fiesta’. Y aunque creo que hemos sabido mostrar el valor que tenemos realmente, seguimos siendo vistos como ‘el invitado simpático’.  Es un punto de equilibrio muy delicado y se refleja claramente en el tema de la financiación: participamos, pero siempre a cierta distancia. Hemos ido ganado cosas, como es el hecho que estamos trabajando en nuestra futura participación en el proyecto ICREA Academia, una de nuestras satisfacciones más recientes.

En definitiva, nos hemos hecho valer, nos invitan ‘a la fiesta’, sí, pero nos sientan a mucha distancia del cabeza de mesa… ¡y la mesa es muy grande!
En transferencia, en cambio, podemos tener una mayor ventana de oportunidad, si al final las políticas son más activas para estimularlas.