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Estudios

Entrevista a la Dra. Cristina Alonso, Directora Corporativa de HSE del Grupo Bayer

13 mayo 2021

“Soy científica de corazón, la Ciencia es muy importante y solo se traduce en beneficio para la Sociedad cuando se lleva a cabo con valores éticos como el rigor, la transparencia y la integridad, valores que me supieron transmitir desde la formación en IQS”

Dra. en Química por IQS (1995), Directora Corporativa HSE del Grupo Bayer y sponsor en Bayer de los Business Groups para equidad, mujeres y minorías.

Tienes una trayectoria profesional impresionante. ¿Cómo llegas a ser Directora corporativa de HSE en una gran empresa multinacional (Bayer), en Alemania, y ser uno de los top 75 líderes de la misma?

Primero de todo, creyendo que puedo llegar y asumir aquello que me gusta y que me propongo. Y con mucho esfuerzo para crecer día a día, sin miedo al cambio, aprendiendo continuamente de las propias experiencias, tanto de las cosas buenas como de los fallos.

Llevo 23 años en Bayer, una empresa donde trabajamos más de 100.000 personas. Empecé en el área de investigación, y fui asumiendo posiciones de responsabilidad, creciendo en Regulatoria, en las áreas de farmacéuticos y de fitosanitarios, hasta ahora que soy la responsable corporativa de HSE de toda la empresa, a nivel global. Es un cargo de mucha responsabilidad, y debo añadir que sin mucho esfuerzo y el soporte de mi familia nunca lo hubiera podido conseguir.

¿Cómo ha influido tu formación en IQS en el desarrollo de tu carrera?

Creo que es totalmente esencial desarrollar una carrera científica con valores éticos y personales. Y estudiar en IQS me enseñó que podía llegar donde quisiera… ¡empezando por aprobar, contra todo pronóstico, el primer examen de física en primer curso!.

En IQS entendí que soy científica de corazón, que la Ciencia es muy importante y que solo se traduce en beneficio para la Sociedad cuando se lleva a cabo con valores éticos como el rigor, la transparencia y la integridad. Estos valores me los supieron transmitir desde la formación en IQS, sin duda, aunque en mi época no teníamos asignatura de Ética propiamente.

Pienso que son temas esenciales, especialmente ahora, en un momento en el que podemos hacer mucho más de lo que sea éticamente adecuado. Necesitamos que desde las escuelas y centros de formación se enseñe qué quiere decir riesgo y su relación con el beneficio. Un claro ejemplo lo tenemos en todas las discusiones que hay actualmente alrededor de las vacunas: el hecho de vivir comporta un riesgo, y es necesario explicar todo esto muy bien para evitar que la población viva asustada.

Quisiera añadir que, a pesar que me he movido mucho en mi vida, he mantenido las amistades forjadas en IQS, especialmente mujeres, todas con carreras profesionales increíbles. Son mi referencia y a quien recurro cuando lo necesito, como una ‘gran familia’.

Has sido un espíritu muy inquieto, has vivido en muchos países y has conocido muchas culturas. ¿Qué ha representado esto para ti, a nivel personal y profesional?

Siempre he tenido mucho interés por conocer otras culturas, profundizar en ellas y conocer otras realidades, incluso en tiempos en que esto no era la rutina ni ‘estaba de moda’. Siempre he tenido muy presente que mi realidad es una de muchas y que tenía que considerar otros puntos de vista. Lo busqué desde muy pronto: empecé en tercero de carrera con una estancia en los Países Bajos; después trabajé con una beca en Argentina; después del doctorado en IQS, fui a Colorada (USA) a hacer un post doc; empecé después a trabajar en Alemania, he vivido en México, en Nueva York, y ahora vuelvo a estar en Alemania.

Hay dos puntos remarcables. Si trabajas en una empresa internacional, los clientes están en todo el mundo. Vivir otras realidades ayuda a entender cómo viven y qué necesitan; que para un mismo problema o situación siempre podemos encontrar diferentes soluciones. La mejor solución dependerá de la situación y de las necesidades y, sin duda, la diversidad – y la integración y el trabajo con otras culturas – nos ayuda a entenderlo y gestionarlo.

Eres sponsor en Bayer de los grupos para la equidad, mujeres y minorías en general. ¿Qué queréis conseguir? O, dicho de otra forma, ¿cuál es el objetivo al que aspiráis?

Estos grupos de recursos (Business Resource Groups) provienen principalmente de la cultura americana y surgen cuando los propios trabajadores se conforman en grupo para darse soporte, potenciar carreas profesionales, o defender y proteger minorías, como es nuestro caso. En el caso de Bayer, muchas de estas iniciativas se reforzaron con la integración de Monsanto.

En nuestro caso, tenemos tres grupos de equidad que quisiera destacar: el de mujeres en ciencia y en el negocio; el grupo de diversidad sexual; y un tercer grupo para situaciones de minusvalías. Todos son grupos que se auto-organizan dentro de la empresa, ocupando su tiempo y buscando sponsors internos que los ayuden a ser visibles: organizar charlas, formación, mentorías – consiguiendo que los líderes que llevan más tiempo en la empresa pueden dedicar parte de su tiempo en estos temas – “networkings” o consultas para ayudar a las nuevas incorporaciones a aprender y a situarse, serían ejemplos de acciones de los grupos.

La finalidad última es llevar a la superficie y hacer visibles estos temas, para hacer la diversidad un tema natural en nuestro entorno y, a la vez, aprender lo que deberíamos cambiar y cómo hacerlo.

Como empresa, nuestros objetivos son que en el 2030 tengamos equidad de hombres y mujeres, en todos los niveles de la organización, y desde ahora un aumento significativo de las mujeres y otros grupos minoritarios en las mesas de decisiones. ¿Cómo llegaremos? Con educación y consiguiendo que los líderes abran la puerta a la diversidad y la equidad. Los grupos proporcionan a toda la estructura herramientas esenciales para conseguirlo, de manera global… ¡nos queda mucho aún por recorrer!.

¿Crees que realmente estamos consiguiendo cambiar el papel de la mujer en el mundo laboral? ¿O hay más humo que realidad?

Sí, claramente estamos cambiando el papel entre todos, situaciones que eran “normales” hace unos años, hoy día son inaceptables. Pero aún no estamos, se tardan generaciones en conseguir un cambio global, razón por la cual tenemos que seguir trabajando en esta dirección, tanto los hombres como las propias mujeres, con la manera general de hablar y las expresiones y el lenguaje que utilizamos: hemos de ser capaces de corregirnos mutuamente nuestros comportamientos y atrevernos a decir “así no” o “este no es el camino”. Aún hoy en día, pienso que a un hombre se le contrata confiando en lo que podrá llegar a hacer, en cambio a una mujer se la contrata valorando lo que ya ha demostrado que puede hacer.

Estamos cambiando, pero necesitamos el esfuerzo de todos, darnos mutuamente soporte para aprender que las diferencias nos hacen fuertes. Y si conseguimos cambiar una situación, hacer que esto no sea una excepción, si no que se convierta en la nueva norma.

Como mujer que ha conseguido un gran hito en su carrera científica y profesional, ¿qué mensaje te gustaría transmitir a las chicas para fomentar su pasión y vocación por la ciencia y la tecnología?

El primer mensaje que les daría es que tengan confianza en ellas mismas y puedan reconocer lo que les gusta y apasiona, que persigan su sueño y que busquen alianzas y soporte entre ellas y en su entorno, que el grupo fortalece, ayuda y da confianza. Es nuestra responsabilidad hacer lo que nos gusta.

El Mundo necesita de las mejores mentes y de la diversidad para solucionar los problemas que tenemos, y los que nos vienen. ¡No podemos permitirnos el lujo de prescindir del 50% de la población en las áreas STEM!, no hay carreras profesionales de hombres y de mujeres, todos tenemos las mismas oportunidades.

Desde tu posición en la dirección de HSE, ¿Cómo estás viviendo la gestión de la actual pandemia? ¿Qué aprenderemos con todo esto?

Ahora, la pandemia es mi día completo, estoy al cargo de la crisis a nivel global en Bayer, y nuestro objetivo principal es proteger la salud de nuestros trabajadores, a la vez que seguir proporcionando a nuestros clientes los medicamentos y productos que son tan necesarios. Ahora mismo, en India, y también en Brasil, tenemos un gran reto: cómo los podemos ayudar y proteger, dando soporte a nuestros trabajadores y a sus familias y, a la vez, respetando plenamente las decisiones gubernamentales de estos países y nuestros valores éticos como compañía.

En el caso de las vacunas, seguimos las indicaciones que marca cada gobierno. Además, Bayer participa en la fabricación de una de las vacunes de tecnología mRNA que se encuentra en trámite de aprobación en Europa. E intentamos contribuir en el proceso de vacunación, allá donde es posible, tanto entre los trabajadores, como intentando llegar a sus familias también.

¿Qué hemos aprendido? Que somos más fuertes en equipo, hemos tenido que aprender a trabajar de forma más flexible y dinámica, entendiendo que el riesgo existe y no podemos prescindir de él, hemos de aprender a convivir con él y a gestionarlo.

En términos de difusión y comunicación, se ha hecho mucho daño. Espero que esta crisis de la Covid-19 nos ayude, finalmente y por fin, a reconocer el papel de la ciencia y de la innovación en nuestra sociedad, y la necesidad de la diversidad.

Ahora todo el mundo habla de los PCRs como una cosa natural y cotidiana, pocos saben que se trata de una invención científica de Kary Mullis, bioquímico norteamericano que recibió el premio Nobel en 1993 por el desarrollo de esta técnica. O se habla masivamente de la tecnología mRNA, desarrollada por la bioquímica húngara Katalin Kariko, sin olvidar que la vacuna de Pfizer-BioNTech gracias a la investigación de dos inmigrantes turcos en Alemania, fundadores de la empresa biotecnológica. Es el mejor ejemplo de aportación de la diversidad a la ciencia y que ambas se necesitan mutuamente.

Espero y deseo que aprendamos a cuidar mejor este planeta y nuestra salud. Y a utilizar las oportunidades que las nuevas tecnologías nos han traído para poder conciliar trabajo y vida familiar, en favor de la equidad.