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Estudios

Entrevista a IQS Tech Factory

7 septiembre 2022

“El espíritu emprendedor forma parte del ADN de IQS y es importante detectar todo este talento y generar vínculos con la institución”

Roser Grau y Dr. Antoni Olivé

IQS Tech Factory es la división de emprendimiento de IQS. Nació hace 7 años, y este 2022 empieza una nueva etapa con el objetivo de fomentar el emprendimiento entre toda la Comunidad IQS.

Hablamos sobre los proyectos de futuro de esta división con dos de sus responsables: Roser Grau, Tech Factory Manager, y el Dr. Antoni Olivé, profesor e investigador de IQS School of Management.

Explicadnos cuál es la propuesta actual de Tech Factory

A. Olivé. Tech Factory es la división que IQS pone al servicio de toda su Comunidad, unas 20.000 personas en total, en el proceso de emprender y crear nuevas empresas. Está dirigida a alumnos, exalumnos, profesores, investigadores y a todos los trabajadores.

¿Y qué queremos decir con ‘servicio’? Pues que queremos acompañarlos totalmente en este proceso que consta de cuatro pilares fundamentales, con actividades en todos ellos, y que son:

  • Inspirar, o inocular el ‘virus del emprendimiento’ a todos.
  • Formar, con diversos programas, reglados y no reglados.
  • Incubar, que abarca desde el momento en que surge la idea hasta que se consigue el equipo para hacerla realidad y así validar el modelo.
  • Acelerar, desde la primera factura hasta conseguir velocidad de crucero y poder crecer.

R. Grau. Ofrecemos el servicio y la inspiración a toda la Comunidad IQS y, al final, conseguiremos llegar a unos cuantos realmente interesados en el emprendimiento. Creamos un terreno fértil, con las condiciones para que todo esto se produzca de la forma más favorable, y que el talento del Centro conozca nuestra propuesta. Tech Factory tiene ya 7 años de vida. En el momento actual, nos enfocamos en ser más conocidos y presentes hacia dentro, y seguir siendo conocidos en el exterior, como hasta ahora.

La semilla se tiene que sembrar entre los alumnos. Acabada su formación, cuando pasen a ser exalumnos, queremos que recuerden que existe Tech Factory y que puedan volver si quieren. IQS seguirá ofreciendo actividades que los inspiren y articulando servicios que faciliten la creación de empresas emergentes y que cubran sus necesidades en cada etapa del camino del emprendedor. Si alguna vez quieren seguir este camino, aquí nos encontrarán y sabrán que este es su lugar. Queremos ser su referente.

¿Dónde deberíamos poner el foco al buscar a los emprendedores?

R. Grau. Antes, el programa de aceleración estaba muy enfocado a la atracción de start-ups industriales. Ahora, hemos ampliado este alcance a los potenciales emprendedores de la casa, llegando a las dos facultades – School of Engineering y School of Management –, quedando todo el mundo cubierto por nuestra propuesta.

El espíritu emprendedor forma parte del ADN de IQS desde hace 100 años. Es importante detectar el talento, generando vínculos con la institución. El hecho de tener dos escuelas es un privilegio que nos hace especialmente singulares. Desde un punto de vista estratégico, poder acceder a todo este talento es un elemento diferenciador muy importante de nuestra división Tech Factory, frente a otras unidades de emprendimiento.

“El hecho de poder acceder al talento procedente de las dos School, Engineering y Management, es un elemento diferenciador muy importante de nuestra división frente a otras unidades de emprendimiento”

A. Olivé. Además, hay perfiles hasta ahora ‘no contemplados’, como es la persona vinculada a la School of Management y que, por ejemplo, quiere desarrollar una aplicación sin tecnología IQS implicada. O bien, proyectos mixtos que tienen aspectos de Management y de Engineering. Todos ellos tienen ahora espacio y opciones.

¿Qué herramientas ponéis en marcha para conseguir acompañar y dar soporte al máximo número de futuros emprendedores y que hagan realidad su idea de negocio?

R. Grau. A raíz de la voluntad de fomentar ‘proyectos mixtos’ donde se combine la gestión y la innovación tecnológica, se nos ocurrió crear el Scientific Advisory Board, formado por el Dr. Marco Antonio Pérez (profesor de Ingeniería Industrial de la School of Engineering) y el Dr. Arnau Pla, Business Development Manager de la división IQS Tech Transfer. Se trata de dos personas de IQS con visión transversal del Centro y de todos los avances, conocimientos y experiencias que se desarrollan en el mismo. Y, por tanto, pueden detectar cualquier necesidad y oportunidad, como son perfiles de Management que puedan necesitar soporte técnico de algún grupo concreto de experiencia o investigación; o el caso contrario, perfiles de Engineering que puedan necesitar soportes de gestión. Se trata de conseguir puntos de unión y ejercer de grandes lubricantes para hacer realidad muchas ideas.

Por otro lado, como agentes facilitadores, nuestra función es también poner en contacto a nuestros emprendedores y sus proyectos con el ecosistema que nos rodea y sus recursos.

Y finalmente, nuestro programa estrella, el Startup Challenge, dirigido a los jóvenes investigadores y alumnos, del cual hicimos la primera edición el pasado mes de julio con un éxito rotundo de participación. Tuvimos 14 propuestas de ambas Schools (Management y Engineering), con ideas procedentes tanto de alumnos como de PDIs.

¿En qué consiste a grandes rasgos este programa IQS Tech Factory Startup Challenge?

R. Grau. Se trata de un programa intensivo de pre aceleración, centrado en las primeras etapas de la creación de nuevas empresas, donde los investigadores tienen la oportunidad de adquirir conocimientos y habilidades en aspectos de emprendimiento, aprender a afrontar los problemas y conocer las necesidades de mercado, mediante formación y mentorías. Al final de este programa, personas que vienen con una idea de negocio más o menos desarrollada están en disposición de tomar una de las decisiones más importantes: seguir adelante o abandonar el proyecto.

A. Olivé. En el seno de la investigación de la Universidad, hay muchos desarrollos de tecnologías que se quedan en ciencia básica o aplicada, que necesitan de incubación latente en materia empresarial que les ayude a ver la luz del mercado: hacer planes de negocio, descubrir los potenciales clientes de esta tecnología, como llevarla al mercado, como llevarla a mercado y qué modelo de negocio, qué estructura financiera y de RRHH pueden tener detrás, etc. Hemos de crear todo esto para que las cápsulas científicas desarrolladas previamente en los grupos de IQS vayan avanzando e irlas incubando de forma latente.

“En el seno de la investigación de la Universidad, muchos desarrollos de tecnologías necesitan de incubación latente en material empresarial que les ayude a ver la luz del mercado”

Integrantes del primer grupo Startup Challenge

¿Cómo detectáis desde las aulas las ideas innovadoras y les ayudáis a hacerlas realidad?

A. Olivé. Pues esto funciona de dos formas. Podemos ofrecer, y encontraremos alguna iniciativa de negocio interesante, empezando por ejemplo haciendo los TFGs basados en sus propias ideas, especialmente con los alumnos de Management. Con los alumnos de Engineering, el proceso es un poco diferente: debemos identificar las tecnologías con las que trabajan y ofrecerles la posibilidad de encontrar aplicaciones comerciales que solucionen problemas reales. Esto implica una tarea intensa de ofrecimiento.

Otro punto de colaboración desde las aulas lo encontramos en los programas de máster, como el caso del Master in Global Entrepreneurial Management (MGEM), donde trabajamos temas de finanzas y de modelos de negocio. Tenemos 10 empresas seleccionadas y asignadas a 10 alumnos que tiene que hacer estudios de mercado, diseñar un modelo de negocio y hacer una valoración de la empresa asignada. Este tipo de colaboración se mantiene, y se encuentra a caballo entre inspirar y formar.

En definitiva, buscamos que el emprendimiento tenga cada vez más relevancia en la formación reglada de Grados y Másteres que se imparte en nuestro centro, presentándoles ejemplos concretos de casos de éxito en el entorno IQS, como son Aortyx o Gloo.

“Buscamos que el emprendimiento tenga cada vez más relevancia en la formación reglada de Grados y Másteres que se imparte en nuestro centro”

Finalmente, habladnos de Disrupting the Company, el programa que habéis puesto en marcha junto con ACCIÓ.

R. Grau. ACCIÓ creó un curso de formación dirigido a empresas que quieran aprender a innovar de forma abierta y colaborativa. IQS Tech Factory ganó el concurso con el programa Disrupting the company que lidera el Dr. Carles Malet, director asociado de Estrategia y Empresa de IQS. Es un programa totalmente ‘on line’, acompañado de mentorías y una sesión de brokerage final que se celebrará el próximo 30 de septiembre en IQS de forma presencial.

Cuando una empresa quiere innovar, su ritmo suele ser demasiado lento para las demandas del mercado. La start-up es una célula a la que le resulta más fácil y rápido hacer esta innovación. La empresa grande se pone en contacto con alguna start-up que pueda desarrollar su necesidad de innovación, o bien lo hace internamente.

Disrupting the Company ofrece, en definitiva, una introducción a los interesados en el emprendimiento corporativo. En esta primera edición, ha contado con la participación de 72 empresas.